Excursión que organiza la Asociación de Vecinos de S. Martín en colaboración con el Ayuntamiento, muy didáctica, con muy buenas vistas de Madrid y la sierra si las condiciones meteorológicas lo permiten, de 12 km, algunos campo a través, por los términos municipales de Getafe, Rivas y S. Martín. Inicio en el Ptº de La Marañosa y final en la rotonda de Gózquez. Se recorrerán los montes quemados al norte del recinto militar, donde veremos como ha regenerado la vegetación. Volveremos al puerto para bajar en paralelo al carril bici hasta finalizar el recorrido, en este trayecto aprovecharemos para ver el estado en que se encuentra la vegetación afectada por las obras del oleoducto, así como las influencia en la cubierta vegetal de las exposiciones a umbría y solana.
Dejaremos unos pocos coches en la rotonda, una vez hayamos terminado la excursión, los conductores de los coches que quedaron en el puerto podrán subir a por sus vehículos.
El Punto de encuentro será en el estacionamiento del Parque Enrique Tierno Galván, a las 10 de la mañana del sábado 31 de octubre, desde donde nos desplazaremos en nuestros vehículos hasta el inicio del recorrido.
Plazas limitadas, para inscribirse llamar al 918946111 Extensión 158
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Con frecuencia nos alarmamos por las consecuencias del fuego en el bosque.Los incendios han sido un elemento modelador del paisaje a lo largo del tiempo en el monte mediterráneo. Las especies que viven en nuestra comarca, están adaptadas a sobrevivir tras un incendio. En el Parque Regional del Sureste, en el 2004, se incendió La Marañosa, ardió un monocultivo de Pino carrasco. En cinco años, el monte contaba más biodiversidad de la que había antes del incendio.
La Imagen debajo de este texto se tomó en el año 2009, se aprecia el estado del monte a salvo de costosas intervenciones.
Dos años antes del incendio, se acometieron las obras del oleoducto que atraviesan los cerros que están al oeste de Gózquez y La Boyeriza, paralelos a la M-301. La siguiente imagen se tomó en la misma fecha que la anterior. Se aprecia claramente que el estado de regeneración de la vegetación es sensiblemente más precario. Ciertamente, siendo un incendio una agresión muy grave para la cubierta vegetal, no es menos cierto que nuestro matorral está adaptado a sobrevivir al fuego, junto al que ha evolucionado a lo largo de milenios; también constatamos, que la vegetación mediterránea no está adaptada a sobrevivir al movimiento y compactación del suelo, siendo un proceso muy dilatado en el tiempo, para un espartal maduro, más de 20 años.
Dentro de nuestra flora, encontramos dos estrategias tras un incendio, están las especies rebrotadoras que, después del fuego rebrotan de yemas a nivel del suelo y aprovechando que tiene un sistema radicular bien desarrollado, experimentan un rápido crecimiento. Este es el caso de las quercíneas, encinas y coscojas y del esparto entre otras tan comunes en nuestro pueblo. El otro grupo es el de especies germinadoras, en este caso, las semillas sobreviven al incendio y después de éste, encuentra un suelo listo para ser colonizado; en este grupo se encuentran los pinos. Un Pino carrasco, necesita 10 años para producir semilla, en caso de incendios reiterados en ciclos menores, no habrá semilla para colonizar después del fuego.
Entre las comunidades que veremos están los encinares, pinares, coscojares, espartales, retamares, salviares y tomillares,
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